En otro tramo de la entrevista televisiva reveló que sabía que La ciudad perdida iba a ser su última película por tiempo indefinido mientras la hacía, y que no estaba dando lo mejor de sí misma en los rodajes, precisamente porque su mente estaba con sus pequeños y no abocada al trabajo. “No le estoy haciendo ningún favor a nadie que esté invirtiendo en un proyecto si digo: ‘Solo quiero estar en casa’. Porque siempre estaba corriendo, siempre estaba corriendo hacia lo siguiente. Solo quiero estar presente y ser responsable de una sola cosa”, expresó.
En 2015, la actriz se había quebrado al contar cómo su hijo mayor había presentido que iba a tener una hermana. “Estaba cenando con unas amigas y Louis se quiso sentar con nosotras. Ellas empiezan a hablar de sus hijas y él dice ‘yo no tengo hijas, pero voy a tener una pronto’. Ahí advertí que quizá él sabía algo que yo no. Cuando lo pienso, coincidía con el año en que nació Laila. ¿Será una coincidencia? Fue Louis, Louis siempre fue fuerte, un líder, el líder que me condujo a Laila”, aseguró Bullock, quien al promocionar Bird Box: A ciegas, habló con LA NACION sobre cómo la maternidad la condujo a aceptar protagonizar la película de Susanne Bier para Netflix.
“Sé que puede sonar loco, pero te despertás todos los días preocupada por lo que pasará con tus hijos. Yo no voy a estar acá cuando ellos tengan 50 o 60 años”, apuntaba, explicando cómo resuelve esa disyuntiva entre querer protegerlos y no terminar cortándoles las alas, metáfora de Bird Box. “Aprendí que el río que se muestra en la película no tiene que ser siempre ese río. No siempre tiene que existir ese pánico. Yo lo entendí. Hay momentos en los que tenés que respirar, dejar de decir que no, empezar a decir que sí y despojarse de las preocupaciones”, le contaba a este medio.