En el mismo sentido, el especialista resaltó que el ámbito escolar ofrece encuentro, contención, formalización de procesos y con ello, la posibilidad de incluir a todas las personas especialmente a las más vulnerables, en muchos casos con situaciones que se agudizaron tras dos años de pandemia. Por ello, volver al acercamiento y al acompañamiento continuo es garantizar la inclusión.

“Las etapas de niveles inicial, primario y secundario son muy importantes en el desarrollo de una persona; en el transcurso de cada una de estas pueden surgir dificultades que, con la presencialidad plena pueden resolverse de manera oportuna”, remarcó Yécora y sostuvo que “la posibilidad del regreso de todos, todos los días es también ganarle a la pandemia y recuperar los vínculos que nos hacen fuertes y los hábitos que en dos años se perdieron y que la virtualidad intentó resolver pero no pudo. Esto significa que podemos ordenar los horarios de la familia por la mañana y por la tarde, organizar las dinámicas, las horas de sueño, los espacios compartidos, el trabajo y la recreación”.

En tanto, Yécora anticipó que “al principio puede costar la nueva habitualidad, con situaciones de cansancio e irritabilidad que serán transitorias y que a todos nos va a requerir flexibilidad cognitiva, siendo muy importante respetar los tiempos de cada uno en el proceso de adaptación”.

La importancia de los vínculos intrafamiliares

“La situación de aislamiento obligatorio dejó entre muchas cosas la disminución en 6 puntos de la tasa de suicidio adolescente en Jujuy, lo que pone de manifiesto la fortaleza de la socialización y los vínculos intrafamiliares”, afirmó Yécora e indicó que “al retomar las clases es importante no perder este punto de vista: el rol de los padres, de los familiares o adultos referentes es clave en el desarrollo cognitivo y madurativo de niñas, niños y adolescentes así como el interjuego escuela – familia – estudiantes”.

Al respecto, reiteró que es importante facilitar la comunicación asertiva y efectiva lo que incluye favorecer el diálogo de todos los temas, la disposición de acercarse, la interacción permanente entre escuela y familia de forma flexible, amigable y acompañando cada etapa.