Trabajadores y delegados de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) que cumplen sus funciones en el Hospital de Garrahan, realizaron una violenta protesta y hasta produjeron destrozos mientras pedían ser recibidos por las autoridades. Las imágenes se viralizaron y hubo repudio generalizado en las redes sociales.
Si bien la manifestación ocurrió el pasado martes en horas de la tarde, este viernes se conocieron las imágenes. Incluso un grupo también de trabajadores, rechazó la modalidad de protesta de sus propios compañeros, cuya intensidad fu escalando a la violencia hasta destrozar una puerta a golpes y patadas.
En tanto, el grupo de UPCN manifestó de forma repentina en el interior del Hospital con bombos, aplausos y cantos. Puntualmente, la protesta tuvo lugar en el segundo piso del edificio ubicado en el barrio porteño de Parque Patricios, donde los delegados pedían ser recibidos por el presidente del Consejo de Administración, Carlos Kambourian.
A través de un comunicado, la dirigencia gremial defendió el reclamo del día martes y apuntó que, en la segunda mitad de 2019, “se evidenciaron problemas presupuestarios” que afectaron el correcto funcionamiento del Hospital de referencia en Pediatría, “producto de la impericia y escasa visión de futuro” de la conducción administrativa.
En la misma línea, aseguraron que en el último tiempo “proliferan ‘asesores caros’ que se convierten en obstáculos para la gestión y que son una afrenta para los trabajadores de carrera que durante 30 años aportaron al crecimiento institucional”. Por ello, apuntaban a mantener un encuentro con los directivos, que en esa jornada no ocurrió.
Tras los destrozos, personal del Hospital dio aviso a la Policía. Efectivos de la Comisaría Vecinal 4 A de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, se hicieron presentes y tres manifestantes fueron detenidos. En el caso, intervino la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas Nº 40, a cargo de Blas Matías Michienzi.
Fueron luego los propios empleados del Hospital quienes rechazaron la modalidad elegida por el sindicato, difundiendo las impágenes que generaron repudio. Así, con panfletos dentro del edificio dieron a conocer otra postura al tiempo que precisaron: “No queremos sindicatos patoteros y violentos en el Garrahan, así no nos representan”.
“Si agreden y violentan a la alta conducción de la institución ¿qué nos queda para los que somos simples empleados? ¿Para esto quieren volver? Lo curioso y llamativo es que el romper a golpes la puerta del Consejo de Administración, fue porque no los dejan hacer lo que están acostumbrados: manipular los concursos. Así no dan los ejemplos quienes dicen que tienen la responsabilidad de ser mayoría”, agregan.
Tiene 57 años y fundó una empresa que cotiza en la bolsa de Londres. Paga los derechos hasta el triple de sus competidores. El empresario canadiense Merck Mercuriadis tiene mil millones de dólares...