Para ayudar al bebé a aceptar los nuevos alimentos se recomienda permitirle explorar con sus manos y boca, ya que el reconocimiento de cada uno de ellos es parte principal de este ciclo.

Además, resulta importante ofrecer los alimentos en tamaños que permitan su fácil manipulación observando color, olor, textura y sabor. Si el pequeño rechaza un alimento, se debe ofrecer en diferentes oportunidades para que pueda aceptarlo, siendo buena alternativa combinarlo con otros sabores y formas de preparación.

De igual modo, siempre deben respetarse sus propios tiempos, sin obligar a comer al bebé si no lo desea.

Incluirlo en la mesa familiar desde el momento mismo de la preparación de las comidas es también de suma importancia en este momento, junto con la opción de evitar distracciones como el uso de pantallas.

En cada caso, es imprescindible la consulta permanente al pediatra, quien brindará las indicaciones específica para cada pequeño.